La jornada inició con el desmalezado interno -que permitió recuperar la zona de entrenamiento o entrada en calor los días de partido- para finalizar en el perímetro exterior. Posteriormente, repararon el cerco que rodeaba la cancha principal y pintaron sus arcos con los colores de la institución: una combinación de blanco con violeta.

En simultáneo, los operarios comunales evaluaron el estado del parque lumínico en las calles que delimitaban la propiedad. Reemplazaron los artefactos que no funcionaban y alinearon los postes cuya posición representaba un riesgo para los vecinos. Además, erradicaron un basural formado sobre una esquina debido al arrojo ilegal de residuos domiciliarios.

El Intendente felicitó a las autoridades de la entidad, los entrenadores más los papás o mamás presentes por invertir su tiempo en mantener un espacio de contención y entretenimiento para los chicos.

“Supieron reinventarse. Eludieron los golpes propios de estos tiempos difíciles donde la unidad resultó el método eficaz para evitar el cierre. No bajaron los brazos. Salieron adelante. La sonrisa de los niños por conservar este lugar para jugar simbolizó el resultado de un objetivo cumplido”, resaltó Watson.

Libertad Juniors, participante del fútbol infantil varelense, sumó varias categorías hasta completar una convocatoria de 130 jugadores para defender su camiseta. “A pesar del espíritu competitivo, no descuidamos el aspecto formativo tanto individual como colectivo de los planteles con dos ejes: el deportivo y el humano”, explicó su titular, José Falcón, con 15 años de experiencia en ese rol.

Tras culminar de soldar hierros para renovar la estructura en el área destinada a los suplentes, el Presidente confesó: “subsistir fue una consecuencia del apoyo que brindaron los vecinos. Nadie quería ver a los pibes en la calle y necesitábamos alejarlos de un entorno que podía resultar peligroso para ellos”.